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Pedro Calderón de la Barca (1600 - 1681)

Pedro Calderón de la Barca nace en Madrid. Estudia en el Colegio Imperial de los Jesuitas, en Alcalá y Salamanca, y adquiere una sólida formación teológica. Pero abandona los estudios eclesiásticos y marcha a Madrid, donde pronto se convierte en el dramaturgo favorito de la Corte. Logra el hábito de Santiago y guerrea en Cataluña, hasta que a los 50 años se ordena sacerdote, yendo a vivir a Toledo como capellán de los Reyes Nuevos. Nombrado capellán de honor del rey se establece en Madrid, donde reside hasta la muerte.
Conservamos de Calderón 120 comedias, 80 autosacramentales y algunas piezas breves (entremeses, loas).
El estilo de Calderón ofrece - como observa Valbuena - 2 modalidades paralelas. En su primer estilo, Calderón no hace sino ordenar y condensar lo que en Lope aparecía desordenado y difuso. En el segundo, iniciado hacia 1635, lo ideológico y escenográfico adquiere una importancia enorme y los elementos realistas desaparecen casi por completo para dejar paso a lo simbólico, fantástico y poético. Una brillante profusión de recursos ornamentales del más puro estilo barroco adornan ahora la obra dramática, en cuyo núcleo se halla a menudo un concepto filosófico.
Las comedias pueden dividirse, aproximadamente de esta forma: 1) de historia y leyendas española: El alcalde de Zalamea, 2) de honor y de celos: El médico de su honra, 3) de capa y espada: La dama duende, 4) filosóficas: La vida es sueño, 5) religiosas: El mágico prodigioso y 6) fantásticas: La hija del aire y La estatua de Prometeo.
Las tres primeras clases corresponden, en términos generales, al primer estilo, las tres últimas, al segundo.
La vida es sueño tiena un valor excepcional como drama de ideas, pues es toda una encrucijada de problemas filosóficos de trascendental importancia: la influencia de la educación en la vida del hombre; el escepticismo ante las aparencias sensibles; el escaso valor de la existencia humana, considerada como un simple sueño; y, en fin, la consoladora idea de "que aun en sueños, no se pierde el hacer bien", es decir, todas las cuestiones que, centradas por la idea del "desengaño", inquietaban al hombre barroco.
El "auto sacramental" no adopta hasta Calderón su forma definitiva. Él enriquecerá el género, fundiendo en perfecta síntesis la idea teológica, los valores poéticos y dramáticos y los más fastuosos recursos de la escenografía. Adoptando la clasificación de Valbuena tendremos: (1) Filosóficos y teológicos (El gran teatro del mundo, 1633?; El veneno y la triaca, 1634; La vida es sueño, 1673). Mitológicos (Los encantos de la culpa, 1645?; El divino Orfeo); (2) Del antiguo Testamento (Sueños hay que verdad son, 1670; La cena de Baltasar, 1634); (3) Del nuevo Testamento (Tu próximo como a ti, antes de 1674). (4) Histórico-legendario: (La devoción de la misa, 1637) y (5) De circunstancias: (La segunda esposa, 1648).
Después de imponer su técnica sobre la de Lope, Calderón gozó de una enorme popularidad, hasta que a mediados del siglo XVIII la crítica neoclásica reaccionó contra su teatro, llegando a conseguir que se prohibiera la representación de los Autos Sacramentales. Los románticos alemanes iniciaron su rehabilitación. La crítica actual le ha valorado justamente, viendo en él una de las más altas cumbres del barroco europeo.


links:
 - Calderón de la Barca: a biography

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